La nutrición deportiva es extremadamente importante para que puedas rendir hasta liberar tu máximo potencial. Una mala alimentación puede ser realmente peligrosa y terminar en una lesión deportiva. Como niño deportista no sólo requieres de suficiente energía para soportar una alta tensión en tu cuerpo, sino que además estás creciendo rápidamente. Una buena alimentación te ayudará a fortalecer todo tu cuerpo en crecimiento, tener energía suficiente en tus entrenamientos y prevenir posibles lesiones. Necesitas calorías, vitaminas y minerales extra para superar ejercicios de alta intensidad. Aquí te daremos unos tips para que sepas que debes hacer antes, durante y después de tus entrenamientos.


Antes de ir a entrenar debes consumir alimentos ricos en hidratos de carbono, es decir, alimentos que son fuente de energía. Por ejemplo, pasta, arroz integral y frutas. Las frutas recomendadas son pera, manzana, fresas, moras, arándanos, cerezas y uvas. Como la mayoría de los niños practican deporte después de las clases en la tarde, entonces el almuerzo se convierte en un pilar básico antes de un entrenamiento prolongado y/o intenso.


Durante el entrenamiento la hidratación es prioridad. La hidratación es una parte fundamental de la nutrición de los niños deportistas, tanto en actividades de corta como de larga duración. Al realizar ejercicio se aumenta la temperatura corporal y con ella la sudoración, perdiéndose agua y electrolitos, especialmente en los niños más pequeños y si hace mucho calor. Si la actividad deportiva es intensa, bebe entre 1 litro y litro y medio de agua cada hora, poco a poco. Si bebes la cantidad adecuada de agua durante tus entrenamientos: mejorarás la función muscular, aumentarás la energía, disminuirás el riesgo de lesión y te recuperas más rápido. Sabes ¿por que?, porque se regula tu presión arterial y circulación.


No olvides que la hidratación debe ser antes, durante y después de cada entrenamiento y hacerlo poco a poco.


Después de entrenar, la recuperación rápida de las reservas de glucógeno que es como tu combustible, es fundamental para mantener un rendimiento óptimo. La reposición debe iniciarse lo antes posible, por ejemplo, con bebidas específicas, que contribuyen a la vez a la rehidratación. A las 2 horas es recomendable repetir la ingesta de esta bebida, en tu caso puede coincidir con la cena. En esta comida debes incluir hidratos de carbono suficientes y complementarlo con proteínas. Se recomienda consumir alimentos como plátano maduro, sandia, melón dulce y naranja.


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